A todos nos gusta comer, pero debido al ritmo de vida que llevamos no tenemos tiempo para cocinar y acabamos comiendo cualquier cosa. Muchas veces por holgazanería o desconocimiento pagamos mucho dinero por algo que no nos llevaría más de 10 minutos cocinar y eso es lo que pretendemos enseñar en este blog.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Risotto madrileño

¡Toma ya! Vaya nombre para una receta... Pues si, así se me ha ocurrido llamar a este risotto con sabor a cocido. Os preguntaréis como he llegado a una situación tan estup...curiosa. Bien, resulta que ayer me apetecía comer arroz. En la despensa tenía arroz arbóreo especialmente  indicado para hacerlo como risotto debido a su gran cantidad de almidón. También tenía un caldo de cocido que me sobro de la última vez que preparé. Y me dije, ¿Por que no? Si el risotto está rico y el cocido esta rico, si lo fusiono tiene que estar riquísimo. El 99,999999% de las veces no ocurre así, pero por suerte para mí y mi familia, en este caso si sucedió y pudimos disfrutar de uno de los risottos que más me ha gustado.


Tiempo de preparación: 40 minutos

Ingredientes (Para tres/cuatro personas):
  • 350 gramos de arroz arbóreo
  • 1,5 litros de caldo de cocido
  • 1 pechuga de pollo
  • 1/2 cebolla
  • 1 pimiento verde
  • 4 cucharadas de tomate triturado
  • 1 puerro
  • 1 cucharada de salsa Perrins
  • 50 gramos de mantequilla
  • 50 gramos de queso parmesano rallado
  • Azafrán en polvo
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
  • Perejil picado
Preparación:

En una sartén ponemos un poco de aceite de oliva (unas dos cucharadas) y echamos el arroz. Cuando veamos que se empieza a tostar lo retiramos del fuego y reservamos. Por otro lado en un cazo ponemos a hervir el caldo de cocido.

Picamos la cebolla y la ponemos a pochar en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva. Picamos el pimiento verde y lo añadimos cuando la cebolla comience a volverse transparente.  Picamos el puerro y lo incorporamos al sofrito anterior. Echamos una pizca de sal, lo dejamos unos cinco minutos y añadimos el tomate triturado. Lo removemos bien.

Cortamos el pollo en cuadraditos y lo ponemos, junto con la salsa perrins, en la sartén. Cuando haya cogido un poco de color incorporamos el arroz y lo mezclamos.

Añadimos un poco del caldo hirviendo. No debe cubrir del todo el arroz. Añadimos el azafrán y otra pizca de sal y vamos removiendo suavemente para que el arroz  suelte el almidón. El truco del risotto es añadir el caldo poco a poco y remover continuamente. La cuestión es que el arroz no se ahoge en caldo, pero tampoco debe pararse nunca la cocción, por lo que no se puede quedar seco. Lo coceremos durante unos 18 minutos. El punto correcto es que el arroz este tierno, pero al morderlo ofrezca una ligera resistencia en el centro.

En ese momento añadimos la mantequilla, bien fría, cortada en dados y el parmesano rallado. Apartamos la sartén del fuego y lo mezclamos todo bien. Simplemente nos falta ponerle un poco de perejil picado por encima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que buena pinta tiene eso.