A todos nos gusta comer, pero debido al ritmo de vida que llevamos no tenemos tiempo para cocinar y acabamos comiendo cualquier cosa. Muchas veces por holgazanería o desconocimiento pagamos mucho dinero por algo que no nos llevaría más de 10 minutos cocinar y eso es lo que pretendemos enseñar en este blog.

lunes, 7 de mayo de 2012

Costillas asadas con salsa barbacoa


Este fin de semana para celebrar el día de la madre pensaba salir a comerme unas costillas con la familia. Al final por problemas de salud lo tuvimos que suspender. Pero no salir no tenía que significar que nos quedáramos sin degustar este menú típicamente americano.

El sábado por la tarde me enfunde el chándal y me acerque a la carnicería a por unos hermosos costillares. Parece mentira lo fácil que son de hacer. Lo único verdaderamente importante para que queden tan tiernas que la carne se despegue del hueso es asarlas despacito a baja temperatura.

La salsa en esta ocasión la compre, pero me dejo pendiente publicar una salsa barbacoa casera que se hace muy fácil y está de muerte.

Para acompañar una ensalada cesar y unas patatas deluxe. Y de postre un delicioso bizcocho con mermelada de naranja casera y cobertura de chocolate blanco (tranquilos que en breve lo publicaré).




Tiempo de preparación (10 minutos de trabajo, 3 horas de asado)

Ingredientes (4 personas):
  • 3 costillares de cerdo
  • Salsa barbacoa
  • Sal
Preparación:

Precalentamos el horno a 150º. Ponemos los costillares limpios con la carne hacía abajo en una bandeja. Los metemos en el horno durante 30 minutos. Les damos la vuelta y les echamos una pizca de sal. Los dejamos en el horno otras 2 horas.

Sacamos la bandeja y subimos la temperatura del horno a 220º aproximadamente. Mientras coge temperatura, pintamos los costillares por ambos lados con la salsa barbacoa de nuestra elección. Volvemos a introducirlos en el horno, con la parte más carnosa hacia arriba, unos 20 minutos más.

Los sacamos, les damos otra pincelada de salsa y listos para servir.

lunes, 30 de abril de 2012

Atún encebollado con jengibre


El viernes al pasar por delante de la pescadería vi que tenían dos enormes atunes de prácticamente un metro de longitud. Cuando los cortó y apareció esa maravillosa carne roja brillante no pude controlar la tentación de llevarme una rodaja para casa.

Normalmente lo haría con una salsa de tomate, pero por darle un toque distinto preferí hacerlo encebollado y darle un ligero toque oriental gracias al sabor del jengibre. Lo cierto es que la mezcla de sabores, lejos de ocultarlo, hacía resaltar aun más el sabor del pescado.




Tiempo de preparación (35 minutos)

Ingredientes (4 personas):
  • 1 kg de atún fresco cortado en cubos
  • 2 cebollas
  • 200 ml de Lambrusco blanco
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1 cucharadita de jengibre en polvo.
  • 1/2 cucharadita de pimentón
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra
  • Tomillo
  • Sal
Preparación:

En una sartén caliente ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva. Doramos en ella el atún durante un par de minutos. Lo sacamos a un plato y lo reservamos junto a sus jugos.

En la misma sartén  añadimos un poco más de aceite de oliva y ponemos a pochar a fuego muy suave la cebolla cortada en juliana gruesa. Removemos durante un minuto y añadimos el azúcar. Removemos algo más y tapamos la sartén. Lo dejamos unos 20 minutos, o hasta que esté a nuestro gusto.

Pasado este tiempo añadimos el vino, el jengibre y el pimentón. Tras un minuto cociendo a fuego fuerte, incorporamos el atún con sus jugos. Removemos bien, le ponemos un poco de sal, pimienta negra y algo de tomillo.Lo dejamos cociendo 5 minutos destapado y a fuego fuerte.

domingo, 8 de enero de 2012

Confit de pato

Otro de mis platos para las cenas navideñas ha sido el confit de pato. Hasta ahora siempre que he usado pato, o lo he asado entero, o he usado el magret. Tenía ganas de probar el confit, pero como me pasa siempre no quería limitarme a comprarlo hecho y darle un golpe de horno. A demás, así aprovechaba para experimentar con la técnica del confitado y estrenar mi nuevo termómetro de cocina.

Al principio cuesta conseguir la temperatura y mantenerla (sobretodo con vitrocerámica) pero al cabo de un rato y dejándolo al 2 de potencia se mantenía entre 65 y 70 grados.

Otro problema fue la grasa de pato. Por lo que he visto en los mercados no es difícil de conseguir. A mi, como siempre, me pilló el toro y no daba con ella. Por fortuna contacte con un mayorista y ellos me la consiguieron en un par de días.




Tiempo de preparación (20 minutos de trabajo, 4 horas de cocinado)

Ingredientes (4 personas):
  • 4 muslos de pato
  • 1,5 kg de grasa de pato
  • 4 patatas
  • 250 ml de Pedro Ximénez
  • 70 gramos de azúcar
  • Pimienta negra
  • Tomillo
  • Sal
Preparación:

Limpiamos bien los muslos y los sazonamos con el tomillo y la pimienta. Los cubrimos con sal gorda y los metemos en la nevera durante 24 horas.

Pasado el tiempo, lavamos los muslos (para quitarles la sal) y los secamos perfectamente con papel de cocina. En una cazuela ponemos la grasa de pato y los muslos. Deberemos cocerlos unas 3 horas a 65º. Sabremos que esta hecho cuando al pincharlos con un cuchillo notemos la carne tierna. Esta preparación podremos conservarla varias semanas simplemente metiendo los muslos en un bote y cubriéndolos con su grasa.

Para terminar el confit, le quitamos a los muslos el exceso de grasa y los gratinamos en el horno a 220º durante 15 minutos con la piel hacía arriba. El truco es que la piel quede completamente crujiente y la carne tierna.

La grasa la aproveché también para confitar unas patatas. Para ello las cortamos en rodajas finas y las dejamos 45 minutos a 65º.

Como salsa para acompañar al pato hice una reducción de Pedro Ximénez. Simplemente se pone en un cazo el Pedro Ximénez y el azúcar y se deja cocer durante unos 30 minutos a fuego suave. El confit tiende a ser salado y el contraste con algo dulce le queda muy bien. También se le podría acompañar con unas manzanas o peras caramelizadas, compota de cebolla, etc.


domingo, 1 de enero de 2012

Crema de marisco

!Feliz Año 2012! Ya casi se han terminado las navidades. A demás de la felicidad de compartir estas fechas con la familia, es un momento especial para los que nos gusta la cocina.. No tenemos excusa para ponernos el delantal, meternos en la cocina y dar lo mejor de nosotros mismos.

Estos primeros días del año aprovecharé para poner alguna de las recetas que he hecho durante las fiestas. Espero de corazón que el 2012 sea una año estupendo para todos...y si los mayas lo permiten que de paso al 2013.




Tiempo de preparación (45 minutos)

Ingredientes (para 4 personas):
  • 1,5 litros de agua
  • 400 gramos de gamba arrocera
  • 300 gramos de huesos de rape
  • 100 gramos de rape
  • 1 calamar 
  • 12 mejillones limpios
  • 1/2 cebolla
  • 1 puerro
  • 2 zanahoria
  • 100 ml de tomate triturado
  • 1 copa de brandy
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Cebollino picado
Preparación:

Pelamos las gambas y reservamos la carne. En una cacerola ponemos una cucharadita de aceite de oliva y salteamos las cabezas de las gambas durante un par de minutos a fuego vivo. Añadimos los huesos de rape y un litro y medio de agua. Lo dejamos cocer durante unos 30 minutos a fuego muy lento. De vez en cuando lo revisamos para desespumar.

En otra cacerola ponemos a pochar la cebolla, el puerro y la zanahoria, que previamente habremos picado. Una vez bien pochado añadimos el tomate y lo dejamos 5 minutos más. Echamos los mejillones. Cuando se abran separamos la carne de las conchas y las retiramos del guiso.Añadimos las gambas enteras, y el rape y el calamar picado.

Echamos el brandy y flambeamos (recordad apagar el extractor). Cuando se apague el fuego removemos bien, lo dejamos un par de minutos más e incorporamos el caldo. Lo dejamos cocer todo unos 10 minutos.

Como yo quería una crema, pase todo con la batidora. Si queréis sopa con tropezones podéis dejarlo tal cual. Otra opción es sacar algunas gambas, trozos de rape y calamar, hacer la crema y añadir al final los trozos que hemos reservado. Ajustamos el punto de sal y decoramos con un poco de cebollino picado.