Normalmente en el trabajo, cuando estamos comiendo, solemos comentar el menú que trae cada uno. Una cosa que me sorprende de estas conversaciones es la reticencia general a usar el horno. No se si es por desconocimiento de recetas, por miedo al aparato en sí, o por una sensación de falta de control al tener la comida dentro del horno. Yo, en cambio, siempre suelo insistir en lo cómodo y sencillo que es.
Podría apostar algo a que de 365 días que tiene el año, al menos 300 se enciende el horno en mi casa. Ya sea para panes, repostería, pizzas, empanadas, carnes, pescados y verduras asadas, lasañas, verduras rellenas, gratinados, e incluso simplemente para mantener calientes los platos. Para mi el horno es una de las herramientas básicas de la cocina. Lo más gracioso es que el 75% de la gente con la que he hablado me dicen que el mayor uso que le dan al horno es para guardar sartenes y/o cacerolas.
Bueno y como muestra una receta que sin el horno no podría hacerse:
Podría apostar algo a que de 365 días que tiene el año, al menos 300 se enciende el horno en mi casa. Ya sea para panes, repostería, pizzas, empanadas, carnes, pescados y verduras asadas, lasañas, verduras rellenas, gratinados, e incluso simplemente para mantener calientes los platos. Para mi el horno es una de las herramientas básicas de la cocina. Lo más gracioso es que el 75% de la gente con la que he hablado me dicen que el mayor uso que le dan al horno es para guardar sartenes y/o cacerolas.
Bueno y como muestra una receta que sin el horno no podría hacerse:
Tiempo de preparación (15 minutos + 30 minutos de horneado):
Ingredientes (para 4/5 personas):
- 1 base de masa quebrada (se puede comprar como masa brisa)
- 150 gramos de bacón
- 2 puerros
- 4 huevos
- 1 cucharadita de harina
- 220 ml de nata
- 220 ml de leche
- 100 gramos de queso emmental rallado
- Aceite de oliva
- Pimienta negra molida
- Nuez moscada
- Sal
Preparación:
En una sartén bien caliente ponemos a freír el bacón. Una vez dorado lo sacamos a un papel absorvente para quitarle el exceso de grasa. En la misma sartén echamos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen y añadimos los dos puerros picados en trozos pequeños. Lo pochamos a fuego lento unos 12 minutos o hasta que esté tierno.
En un bol grande echamos los huevos y los batimos junto con la harina. Cuando esté bien mezclado, añadimos la nata y la leche y mezclamos todo bien (batiendo suavemente para no introducir mucho aire en la mezcla). Incorporamos un poco de sal, pimienta negra molida y una pizca de nuez moscada.
Cubrimos con papel de horno (o con mantequilla y harina) un molde para la quiché. Yo he usado uno de unos 26 cm de diametro. Cubrimos el molde con la masa quebrada. Ponemos encima bien repartido el bacón y el puerro. Añadimos la mezcla del bol. Finalmente espolvoreamos el queso rallado de manera homogénea por toda la superficie.
Con el horno precalentado a 220º introducimos nuestro proyecto de quiché. Bajamos la temperatura a 210º y lo dejamos unos 30 minutos.
En un bol grande echamos los huevos y los batimos junto con la harina. Cuando esté bien mezclado, añadimos la nata y la leche y mezclamos todo bien (batiendo suavemente para no introducir mucho aire en la mezcla). Incorporamos un poco de sal, pimienta negra molida y una pizca de nuez moscada.
Cubrimos con papel de horno (o con mantequilla y harina) un molde para la quiché. Yo he usado uno de unos 26 cm de diametro. Cubrimos el molde con la masa quebrada. Ponemos encima bien repartido el bacón y el puerro. Añadimos la mezcla del bol. Finalmente espolvoreamos el queso rallado de manera homogénea por toda la superficie.
Con el horno precalentado a 220º introducimos nuestro proyecto de quiché. Bajamos la temperatura a 210º y lo dejamos unos 30 minutos.
1 comentario:
Tengo unas ganas increíbles de probarlo :) saludos!
Publicar un comentario